“A veces las ideas más simples pueden ser las más asombrosas” señala Camile Miceli.
Un pendiente compuesto de dos perlas asimétricas. Una perla sencilla en la parte delantera que juega al contraste con una segunda perla más grande, que puede verse en la parte trasera.
La perla jade con el luminoso verde, la perla opalina de un inocente rosado, la perla rubí con un rojo apasionado o la perla zafiro evocando el azul más profundo.
Actualmente en París hay lista de espera para conseguirla.